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Esta danza Contemporánea basada en la historia de dos jóvenes homosexuales que sufren la no aceptación por la sociedad y las consecuencias negativas que ello trae a la pareja de bailarines de la coreografía en cuestión.
Un gran número de Personas que pertenecen a la comunidad LGTBI ‘’ VIVEN CADA DIA CON MIEDO ‘’ De esta forma poética estos dos chicos de 24 años, Henderson Gomes Hernández y Luz Ángel Gómez, con una maravillosa actuación que fusiona el baile con las danza contemporánea para expresarse y posicionarse en contra de la homofobia y La violencia de género la idea de lanzar este mensaje a través de las artes escénicas tiene el propósito de hacerlo más abarcador y universal ya que la violencia de género en Cuba, es un tema recurrente debido a los rasgos machistas que prevalecen como modo impositivo, y el poco apoyo Gubernamental, con que cuentan las parejas gay lo que los hace mas vulnerables.
Los dos chicos interpretaron el tema titulado ‘’THE GREATEST SHOWMAN’’ con acrobacias espectaculares, y con una química evidente entre ellos que nos contagia. Una danza perfectamente sincronizada a la que dieron su toque personal de sensualidad y elegancia, y que termino con un final trágico está dedicado a aquellos jóvenes que se dejan llevar por el miedo a la violencia de género e incomprensión la exclusión y deciden partir de este mundo o vivir toda la vida tras bambalinas ojala que pueda llevar a todos a la reflexión dejamos el vídeo aquí abajo, no se lo pierdan.
A través de una desgarradora danza contemporánea y una hermosa música de fondo, dos jóvenes nos hacen reflexionar sobre el amor imposible, sobre los tabúes sociales y los miedos a mostrar lo que somos. Pero también, nos dan el ejemplo de que pese el miedo, hay que hacerlo; pese a que el miedo nos congele vale la pena hacerlo.
La danza nos habla, nos cuenta una historia y nos hace preguntarnos ¿y después qué? Pero surge una pregunta mayor y es ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo la visión retrograda y violenta de no aceptar las parejas homosexuales y diversas? ¿Hasta cuándo seguiremos viendo el género y la sexualidad como aspectos estáticos y no como un fluir del ser? ¿Hasta cuándo tendremos miedo de amarnos?
